viernes, 5 de octubre de 2007

El grano de Mostaza y la Parábola del sirviente (Lc. XVII, 5 - 10)

Domingo XXVII del Tiempo Ordinario 07-10-2007 [Lucas XVII, 5-10] (Ciclo c)


Lectura del santo Evangelio según san Lucas (17, 5-10)


En aquel tiempo, los apóstoles dijeron al Señor: «Auméntanos la fe».
Él respondió: «Si tuvierais fe del tamaño de un grano de mostaza, y dijerais a esa morera que está ahí: “Arráncate de raíz y plántate en el mar”, ella os obedecería.
Supongamos que uno de vosotros tiene un servidor para arar o cuidar el ganado. Cuando éste regresa del campo, ¿acaso le dirá: “Ven pronto y siéntate a la mesa”? ¿No le dirá más bien: “Prepárame la cena y recógete la túnica para servirme hasta que yo haya comido y bebido, Y tú Comerás y beberás después”? ¿Deberá mostrarse agradecido con el servidor porque hizo lo que le mandó?
Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que se os mande, decid: “Somos simples servidores, no hemos hecho más que cumplir con nuestro deber”.

Palabra del Señor.




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El Cardenal Gomá dice que este Evangelio versa sobre “el poder de la fe” y la “vanagloria”. ¿Y cuál es su relación? El Cardenal Gomá señala que es muy difícil ordenar los hechos cronológicamente de estas enseñanzas que nos narra Lucas. Por lo tanto parece no haber una relación directa entre estas dos advertencias. Pero sí la hay. Manuel de Tuya pone como título a la Parábola que aparece en este Evangelio: “Parábola de lo que es el siervo”. Si la fe es un don, un regalo, que recibimos, ¿cuál debiera ser nuestra actitud con este don? El de gratitud, no el de exigencia.

Este Evangelio remarca la importancia de la fe, su lugar en la naturaleza de los Hijos de Dios. Dice Jesús que la fe es “hacer lo que se nos pide”. Lo que nos pide Dios. Uno pide más fe porque quiere hacer más de lo que se pide, o menos.

Jesús explica 1º la fuerza de la fe: lo que ningún ser humano puede hacer, eso lo puede hacer la fe. Y sin embargo pedimos más. Es que en realidad ni siquiera utilizamos lo que tenemos, o hacemos lo que se nos pide.
Es bueno pedir aumento de la fe. Pedir aumento de la fe es pedir aumento de la fidelidad. No hay que temer ni escatimar pedir más fe, más fidelidad. Es un reconocimiento de que estamos necesitados, de que amamos.

Después Jesús pone una Parábola. Con ésta quiere decirnos el Señor que debemos cumplir nuestro deber sin alardes. Pedir fe, mostrar amor, pero ir cumpliendo lo que el Señor nos pide. No pedir más si no podemos con lo que ya tenemos. Aunque en el fondo del corazón es muy saludable pedir más, aunque no hagamos ni siquiera lo que nos corresponde. Es sobrecargarse. Un caballero ayuda a una Dama a llevar una carga. El caballero ya no puede más, y sin embargo le pide a la dama que le de a él todo el peso de la carga. Eso es un signo. Le está diciendo: “hago todo esto por ti”. Pero ¿qué pasa si al caballero se le cae la carga que llevaba al principio, y no es capaz de levantar la carga extra que pide? Queda como un ostentador. En cristianismo eso se llama “fariseísmo”. Jesús nos guarda del fariseísmo. Porque este Evangelio se lo dirige a sus Apóstoles, a los que quiere. Les dice: está bien que pidan mucho, pero sean capaces de llevar lo que les fue dado.
Por eso pone esa parábola del “alarde”. No hay que alardear frente a Dios, porque, Él conoce lo secreto, Él nos va a recompensar por lo que hicimos, no por lo que pedimos. Además, no es bueno estar pidiéndole tanto a Dios, sin antes cumplir las obligaciones. Puede pedir con más derecho quien cumple las obligaciones, pero es una frescura pedir si no siquiera se cumple con las obligaciones.
Tampoco hay que quejarse por que seamos sirvientes de Dios. Sirvientes no es lo mismo que siervos. Servimos como Hijos, no como esclavos. Nuestro servicio no es de asalariados, es de Hijos. Os que andan alardeando y pasándole boletas a Dios más parecen mercenarios que Hijos suyos. ¿quién de nosotros le dice a su padre humano: padre, me debes esto y esto otro porque yo fui buen hijo?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Estimado Pablo: he leído con mucha atención tu blog. Quisiera hacerte algunos comentarios:

1) el dibujo pequeño que utilizas (san benito ene negrita) fue hecho por el P. Pablo Saenz, OSB; monje de san Benito de Luján. Este monasterio es muy celoso de su patrimonio artístico. Te recomendaría que pidieses permiso para utilizarlo o lo sacarás.
2) El comentario al Evangelio del Domingo es muy interesante; pero su redacción es un poco confusa.

Espero que te encuentres bien,

In Domino, fr. Bernardo, OSB

Pablo G. Maillet A. dijo...

Hermano Bernardo A. Qué gusto, primero recibir un comentario. Más todavia cuando es católico, fraterno como el suyo.
Con respecto al dibujo, yo sabía que lo había hecho el P Saenz, pero no conocía el celo del Monasterio por su arte que, por cierto, lo entiendo. Por eso he decidido sacarlo de mi blog durante estos dias. Yo lo escogí por la sencillez que representa, y eso es lo que busca este blog.
Mientras esté fuera el dibujo, trataré de pedir el permiso que Ud. señala.

Gracias por su comentario. Vamos a cuidar más la redacción que, aprovecho de informar, se hace entre varias personas, por lo tanto eso, como usted notó, complica la sintaxis y la redacción misma. Pero cudiaremos el detalle.
En Cristo Mártir.